CANSADO DE TANTA MALA ORGANIZACIÓN

A punto de acabar la temporada bloguera y tomarme unas pequeñas vacaciones que dejen descansar también a mi maltrecho ordenador me dispongo a escribir este peliagudo post, que hace tiempo llevo dándole vueltas realizarlo y nunca me he puesto a ello por, basicamente, el inmenso respeto que tengo a los artistas. Pero amigos, en las postrimerías de un curso agonizante, en el que me ha pasado de todo, me lanzo a la piscina de la crítica y denuncia. Antes de nada quiero dejar claro que mis dardos de indignación no tienen como objetivo a los artistas, en la mayoría de los casos víctimas también de esa troupe de cabestros y atontados que les rodean. El hecho es que estoy cansado de preparar entrevistas que finalmente no se llegan a realizar, de cubrir eventos que se suspenden, de pegarme con porteros para aclarar que estoy en lista de prensa e invitados, una lista que nunca aparece... Sí amigos míos, amigos promotores, seguratas, coordinadores, jefes de prensa y managers de medio pelo, estoy hasta los huevos de aguantar vuestras caras de sinsustancias. Y estoy cansado de que algunos te miren como perdonavidas con vocación de hacerte el favor de dejar pasar. A todos ellos les quiero decir que ESTE BLOG NO TIENE ÁNIMO DE LUCRO, que por suerte tengo una fuente de ingresos ajena a la música y la escritura y que estoy cansado de ver tratar de mala manera a público y prensa. Que gracias a twitteros, bloggers y seguidores muchos artistas y deejays se mantienen en pie y son conocidos más allá del rellano de su casa. El único objetivo de este espacio, y de muchos otros, es ayudaros, panda de incompetentes. Y es que tal y como está la noche y la música creo que quienes la apoyamos e intentamos dignificarlas no merecemos ese trato. Por mi parte, de hecho, se acabó mi postura no crítica en este blog, se acabó el ignorar los detalles negativos. Y para empezar quiero denunciar el pesimo trato recibido el viernes por la organización del Art After Dark en el museo Guggenheim de Bilbao. Allí tuve que explicar a dos señoritas que estaba en una lista que no llegaban a encontrar, comprobé como uno de los deejays programados no apareció, como los precios de las consumiciones fluctuaban sin sentido, como los horarios no se adecuaban, ni por asomo, a lo publicitado y como, al tratar de seguir cubriendo la actuación de Digital 21 en la discoteca "Fever" se me pedía pagar entrada.Seguiremos informando.